¿Las fantasías no son más que eso?. Generalmente se dice que si una fantasía la realizas, ésta deja de ser obsesiva y pasa a un segundo plano, pero aunque puede que en la mayoría de ocasiones ésta afirmación sea cierta, en el caso concreto que nos ocupa no, porque en la realización de estas fantasías interviene un factor importantísimo que es la mentalización.
De la misma manera que cuando un joven descubre el sexo real después de años de desearlo, este deseo no se desvanece al conseguirlo. Cuando alguien consigue hacer realidad su fantasía, ésta pasa a ser un nuevo objetivo dándole una vuelta de rosca más. Sólo podría dejar de ser deseada si la primera experiencia no ha sido positiva.
El gusto por sentirse cornudo y disfrutarlo, es algo que lo lleváis de forma innata muchos hombres y aunque muchos crean que no son más que fantasías sexuales, la verdad es que forma parte de vuestra naturaleza y os acompaña desde vuestra niñez, por mucho que tardeis en reconocerla.
Las fantasías disfrutadas plenamente no mueren con su realización, más bien al contrario, con la practica nos sentimos cada vez mas identificados con ellas incrementando nuestro nivel de realización personal y por consiguiente nuestro bienestar personal.
Una fantasía no realizada, nunca nos abandonará por muchos años que pasen. Siempre resurgirá en cuanto tenga la menor ocasión, los sentimientos crean sensaciones que son agradables para nuestra mente y es por eso que vuelven una y otra vez…. Por eso antes que luchar para obviarlas y tratar de olvidarlas, muchos de nosotros tomamos la decisión de aliarnos con ellas, y disfrutarlas.
La experiencia personal me demuestra que cuanto más profundo es nuestro sentimiento, más placer obtenemos de ello, y esto hace que al final centremos nuestro placer en torno a ese sentimiento.
En nuestro caso la necesidad de sentir como la mujer es superior a ti en el plano sexual, no es una fantasía, es un sentimiento y nada ni nadie puede hacer nada para apagarlo si no es mediante su liberación y su consiguiente vivencia personal.
Así que aunque parezca que en este artículo me haya puesto un poco estricta en mis afirmaciones solo puedo decir que éstas, están basadas en mi experiencia dilatada y dado que ésta es bastante larga y a expensas de que alguien me demuestre lo contrario lo seguiré creyendo y afirmando con la misma contundencia por muchos años.
Si tu sentimiento es ser sumiso, enfréntate a el con valentía, con amplitud de miras y buscando su total compatibilidad con tu vida actual, de ningún modo intentes ahogarlo,… es inútil, cuando vuelva a reaparecer lo hará con mas fuerza que la vez anterior.
A cada cual le corresponde descubrir su propia identidad sexual, nuestra mente nos da los indicios de por donde van los tiros, y solo nosotros decidimos lo que queremos. Mi marido decidió seguir sus sentimientos, y de rebote, yo, y hasta aquí hemos avanzado…