Aire

Otra noche más de insufrible calor.

Salgo a tomarme unas copas con las amigas y claro está al final me dan las tantas. Entre caña y caña nos reímos de que llevo noches sin dormir por un gato que está en la azotea maullando y que el aire acondicionado del edificio va fatal y que con el alcohol que llevo espero dormir.

Mi calle está silenciosa y solo se oyen las risas de estas locas cuando me dejan en casa. Arranca el coche y todo queda en silencio .

Pienso «bien, el gato duerme» voy a subir caminando para que no se despierte con el ascensor. Mejor me quito los taconazos o me romperé algo. Empiezo a subir y entre la borrachera y el poco ejercicio que hago cuando llego a la mitad empiezo a arrepentirme.

Llego a la segunda planta y llamo al ascensor, estoy tan cansada que seguramente no le oiga maullar. Entro en mi apartamento, cierro la puerta y me dirijo a la cocina a por un vaso de agua y un paracetamol pues ya se sabe que » noches alegres, mañanas tristes» y mañana no quiero estar así.

No he dado ni dos pasos cuando un gran «miaaaauuuuuu» se escucha en el silencio de la noche.

_¡ No puede ser, no puede ser, maldito bicho!— refunfuño enfadada .

Salgo por la puerta hecha una furia y abro la que dirige a la azotea, subo esos cinco escalones .Salgo y lo busco . Voy a atizarle con un zapato.

La luna llena ilumina la azotea y menos mal porque mi enfado me ha ofuscado y no he traído ni una linterna , ni siquiera el móvil.
Miro a un lado y al otro y no le veo, aunque claro si es negro tampoco lo haré, qué tonta soy por Dios.

Camino por la azotea bordeando la pared de la escalera y del cuarto del ascensor . Me dirijo a la zona del aparato del aire y de pronto me quedo de piedra.
_¡¿ Pero qué coño haces!?

Las palabras salen de mi boca antes de que me de cuenta. Hay un tipo alto, musculoso con un pantaloncito corto de deportes descalzo y las manos metidas dentro del tubo el aire acondicionado .

Miauuu se oye a mi lado.

_ Sí contigo hablaré luego que me tienes frita con tus puñeteros maullidos, ahora voy con él .
_Miau.

Tengo que beber menos tengo la sensación de que el gato me entiende y me ha respondido.

Doy dos pasos hacia el extraño que ha girado la cabeza y tiene unos increíbles ojos azules. Me miraba sin decir nada , tan sólo seguía moviendo sus manos dentro del tubo. Su cabeza se mueve a un lado y al otro como estudiándome. Doy otros dos pasos para verlo mejor cuando no puedo creerme lo que veo .

_¿Qué diablos eres tú ?

Tiene siete brazos, todos ellos en el tubo. Debería estar aterrorizada pero me inspira ternura y yo hago lo mismo que él giro mi cabeza a un lado y al otro estudiándole .
_¿Quién o qué eres y qué haces?
_Miau
_Shhhh cotilla.

Me agacho dejo mis tacones en el suelo y tomo el gato entre mis brazos. Le acaricio despacio aunque él tampoco está asustado.

Debería salir corriendo de la azotea pero no, sí mis amigas me vieran dirían que estoy loca pues soy super miedica y aquí estoy de lo más tranquila con un gato en brazos descalza y mirando a un tío hermoso , porque la verdad es esa es tan hermoso que no parece humano, bueno lo de los siete brazos es algo a tener en cuenta para creer que no lo es. Sigo acercándome y el saca sus manos del tubo a excepción de una. Sus ojos brillan e instintivamente acerco mi mano a su cara. Apenas rozo su piel y de ella se desprenden diminutas lucecitas azules, son como chispitas.

_ Miau
Hasta el gato está alucinando .
_¡wow ,¿qué eres ?.

Me sonríe . Acaricia con una de sus manos al gato y vuelven a desprenderse esas chispitas que se elevan en el aire y desaparecen.
Siento una gran paz mirándole . Toma mi pelo entre sus dedos y de su boca sale una voz aterciopelada y dulce .

_Tan solo quería un poco de daiseikai.
_¿ Un poco de qué ?
_Daiseikai.—Vuelve a repetir

No sé de qué me habla. Sus ojos se vuelven más brillantes y de pronto todo él es luz y explota en esas diminutas chispitas y desaparece .
El gato se revuelve entre mis brazos y yo le dejo en el suelo y se va . Recojo mis zapatos y vuelvo a caminar hacia las escaleras, entro a mi casa sin poder creerme aún lo que acaba de suceder . El aire acondicionado está demasiado alto lo bajo y me tumbo en la cama y me quedo profundamente dormida.

Suena el despertador y me levanto llena de energía, de camino al trabajo desde la ventana del autobús veo una gran valla publicitaria. Es un salón en el que un gato negro duerme plácidamente en un gran cojín y su dueño lee libro en el sofá en letras grandes aparece «DAISEIKAI el más puro confort «.

Él no es mi extraño hombre de la azotea pero el gato es igualito. La palabra se repite en mi cabeza una y otra vez «daiseikai ,daiseikai el más puro confort» sigo sin entenderlo, si quería confort ¿ porqué metía sus manos en el tubo?¿ sería que el frío era confort para él? Tendré que esperar a esta noche para ver si vuelve.

El día pasa demasiado lento ,al salir del trabajo mis amiga deciden tomar algo no me niego voy a repetir los pasos de ayer pero no les cuento nada .
A media noche subo a la azotea pero allí no hay nadie .
_No estás.— susurro triste.

Un miau aún más triste y lastimero que mi susurro suena a mi lado ,es el gato de la otra noche, lo cojo entre mis brazos y le susurro » no no está ,se ha ido «.

Posiblemente ellos han compartido varias noches y ahora le echa de menos, yo solo le vi una vez y me encantaría verlo de nuevo.
Al acariciar al gato mis dedos se encuentran algo en el cuello, lleva un collar muy finito que la otra noche no estaba , tiene un colgante con forma de tacones rojos. Al tocarlo salen diminutas chispitas y se elevan y se deshacen.

Bajo corriendo a mi casa y busco mis tacones de anoche .
No están. He perdido mis zapatos favoritos pero al menos sé que fue real .

No sé el porqué de ese colgante solo sé que quizás algún día lo descubra pero mientras ese día no llega yo tengo nuevo compañero de piso.

_ Vamos AIRE desde hoy esta será tu nueva casa .
_Miau.

By. Cruz Halls

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